Obradorato: Manipulación electoral y falta de transparencia, ¿gobiernos a la medida?

Obradorato: Manipulación electoral y falta de transparencia, ¿gobiernos a la medida?

Ernesto Alonso López

El gobierno de López Obrador ha sido señalado por su injerencia en las elecciones de 2023, lo que ha llevado a la aplicación de sanciones pertinentes. La falta de transparencia y la manipulación electoral han dejado en evidencia un gobierno que busca perpetuarse en el poder a toda costa.

La influencia directa de López Obrador en el proceso electoral plantea serias dudas sobre la imparcialidad y la equidad. La manipulación de encuestas, el uso de recursos gubernamentales para favorecer a su partido y las prácticas cuestionables han minado la confianza en la democracia y en el sistema político.

La falta de transparencia también ha sido una constante en el gobierno de López Obrador. A pesar de las sanciones impuestas, la opacidad en la declaración patrimonial de funcionarios continúa siendo preocupante. Esto genera desconfianza en la gestión pública y plantea interrogantes sobre posibles actos de corrupción y conflicto de intereses.

Claudia Sheinbaum, jefa de gobierno de la Ciudad de México, ha sido señalada por sus promesas incumplidas a los damnificados de los sismos de 2017. Mientras López Obrador se enfoca en influir en las elecciones, los afectados continúan esperando respuestas concretas y soluciones reales para reconstruir sus vidas.

En medio de este panorama, la credibilidad de las instituciones democráticas se ve erosionada. La manipulación electoral y la falta de transparencia son un claro reflejo de un gobierno que busca mantener el poder a toda costa, sin importar el costo para la democracia y el bienestar de la ciudadanía.

Es fundamental que los ciudadanos estén alerta y exijan la rendición de cuentas, así como la transparencia en el ejercicio del poder. Solo así podremos reconstruir la confianza en nuestras instituciones y en un futuro político basado en principios democráticos sólidos.

¡El Estado de México: ¿La nueva coronación de la hegemonía?!

¡El Estado de México: ¿La nueva coronación de la hegemonía?!

Ernesto Alonso López

En el epicentro de la vorágine política, el Estado de México se enfrenta a una encrucijada decisiva, una farsa electoral que podría consolidar el reinado de la hegemonía. Morena, con sus inefables candidatas, ¿Delfina o Alejandra?, juegan a ser monedas abandonadas en el piso. Mientras tanto, el TEPJF e INE denuncian con timidez que AMLO vulnera la supuesta equidad en Coahuila y Edoméx, mientras el INE se atreve a pedirle al presidente que no se entrometa en los comicios. ¿Cuál municipio será sacrificado en el altar del triunfo para Morena o el PRI? El circo electoral está en su punto más retorcido.

La tensión política en el Estado de México es palpable. Morena, con sus opciones mediocres representadas por las candidatas, mantiene en vilo a una ciudadanía que apenas puede elegir entre lo menos malo. La incertidumbre se extiende como un manto oscuro, pero las monedas en el piso solo caerán en el abismo de la decepción. Mientras tanto, el PRI, aferrado al poder, despliega sus artimañas para perpetuar su letal influencia en la región. Las calles se inundan de propaganda vacua, mientras la interrogante persiste: ¿Quién se alzará en este engaño electoral?

Sin embargo, el proceso electoral en el Estado de México se ve ensombrecido por la polémica y la corrupción. El TEPJF e INE levantan tímidamente la voz para denunciar las maquinaciones de las candidatas y su mentor AMLO, quienes sin pudor vulneran cualquier rastro de equidad en los comicios de Coahuila y Edoméx. Las instituciones electorales, cómplices de su propio fracaso, exigen imparcialidad y reclaman que el mandatario no manche aún más el proceso electoral. La sombra del poder presidencial se cierne sobre la supuesta democracia, dejando en claro que la transparencia es solo una quimera. La lucha por la democracia se torna cada vez más sombría y desesperanzadora.

Ante la intervención del INE, AMLO recibe una orden tibia: abstenerse de entrometerse en los comicios de Edomex y Coahuila. Sin embargo, la incógnita persiste sobre si acatará dicha orden o si buscará maquinaciones más sutiles para influir en el resultado. El país observa con desconfianza cada paso del mandatario, consciente de que su actuación podría marcar un precedente siniestro para la democracia mexicana. La tensión crece y la incertidumbre se adueña del panorama electoral, mientras el circo político sigue su macabro espectáculo.

En medio de este caos, surge la pregunta inquietante: ¿Cuál será el municipio sacrificado para el triunfo de Morena o el PRI en el Estado de México? Las estrategias se despliegan, las promesas vacías se multiplican y las candidatas fingidas muestran una cercanía falsa con la ciudadaníañ

Rocha: Un gobernador en entredicho, propone diálogo pero sin acuerdos

Rocha: Un gobernador en entredicho, propone diálogo pero sin acuerdos

Ernesto Alonso López

El gobernador de Sinaloa, Rubén Rocha Moya, ha sido protagonista de una serie de contradicciones que ponen en duda su verdadero compromiso con el diálogo y la transparencia. A pesar de su discurso en favor de platicar, Rocha ha demostrado una falta de voluntad real para llegar a acuerdos significativos. Sus palabras carecen de credibilidad y su moral está en entredicho, ya que en el pasado colaboró con gobiernos neoliberales, implicados en actos de corrupción.

Si bien Rocha se presenta como un defensor del diálogo, sus acciones revelan lo contrario. Aunque invita a las mesas de discusión, su postura inflexible y su falta de disposición para ceder en puntos clave hacen que estos encuentros sean meros actos simbólicos sin resultados concretos. Parece que el diálogo propuesto por Rocha solo sirve como una fachada para ocultar su verdadera agenda política.

Además, las sombras del pasado de Rocha lo persiguen. Su complicidad con los gobiernos anteriores y su presunta participación en actos de corrupción lo convierten en una figura cuestionable. ¿Cómo podemos confiar en un gobernador que ha estado involucrado con aquellos que han saqueado al país? Sus supuestas intenciones de cambio y transparencia pierden toda credibilidad cuando se examina su pasado.

Rocha se presenta como un defensor del pueblo, pero sus acciones sugieren lo contrario. En lugar de confrontar y combatir la corrupción, parece ser un encubridor del ratero que le precedió. Su falta de acción contundente para investigar y castigar a los responsables de los actos ilícitos del pasado solo refuerza la idea de que Rocha no está realmente comprometido con la justicia y la rendición de cuentas.

Rocha Moya se presenta como un líder dispuesto al diálogo, pero sus acciones y antecedentes lo colocan en una posición moralmente cuestionable. Su falta de voluntad para llegar a acuerdos significativos y su complicidad pasada con los gobiernos neoliberales erosionan su credibilidad. Rocha parece más interesado en mantenerse en el poder y encubrir los actos de corrupción que en cumplir verdaderamente con sus promesas de transparencia y cambio. El pueblo de Sinaloa merece un líder honesto y comprometido, no un gobernador en entredicho